Javier es un Gerente EHS que se siente muy orgulloso de su
trabajo resolviendo y ayudando a mucha gente en su organización, su equipo
siempre le pregunta por todo lo que se tiene que hacer en el departamento EHS y
el con mucho gusto siempre les dice como deben hacerse las cosas, le gusta
estar muy al pendiente de contestar todos sus correos electrónicos, incluso
cuando tiene que pedir un día libre o tomar sus vacaciones, siente que deja
muchas cosas pendientes y que su equipo puede tener problemas si él no está.
Agotamiento y cuello de botella
Después de unos meses, Javier está agotado y es un cuello de botella, en su día libre ya le están hablando a su celular para pedir soporte y preguntar cómo resolver las cosas. El hace lo que puede y a través del celular trata de dar instrucciones para cerrar algunos pendientes.
Y es que, si Javier quiere sentir esa validación ante los demás, quizás lo consiga, quizás mucha gente en su organización lo ve como una persona entregada y trabajadora, pero detrás de eso Javier se está olvidando de dos cosas muy importantes: no está permitiendo que su equipo crezca y lo que es peor, el desgaste físico y emocional que puede estar teniendo.
Los Sistemas de Gestión EHS como herramienta de planificación
Y es aquí donde llegamos a la importancia de los sistemas de gestión EHS, estos nos permiten establecer procesos sistematizados con roles y responsabilidades bien definidas. Con recursos claros para cada cosa, definiendo tiempos de ejecución, tipo de resultado esperado e incluso que hacer cuando el resultado se desvía de lo planificado.
El tema de investigación de incidentes puede ser un buen ejemplo. Con un procedimiento claro y preciso sobre los pasos a seguir se puede ahorrar mucho tiempo y evitar el síndrome del supergerente. Imagina que te estén hablando para investigar todos y cada uno de los incidentes que ocurren en tu sitio, más si la cantidad es alta, esto no te dará margen de maniobra para trabajar en otros aspectos preventivos de tu sistema EHS.
Un líder no es el centro de todo, es quien construye un equipo que funciona incluso cuando no se está.
En su lugar, establece sistemas que permitan a la organización participar en las investigaciones de manera planificada donde los responsables de las áreas afectadas tomen la iniciativa de investigación utilizando herramientas de mejora (como análisis de causa raíz, etc.) del propio sitio. Esto no quiere decir que no lleves a cabo una revisión general del proceso para dar tu punto de vista y vigilar que se apegue a procedimiento, quiere decir que delegaras el proceso de manera controlada a las áreas para poder enfocarte en otros temas.
Prueba estos pasos para salir del modo supergerente:
Paso 1. Identifica donde estas concentrando decisiones innecesarias.
Haz un inventario sincero: ¿Cuántas decisiones estas tomando que podrías delegar? No acostumbres a tu equipo a que tengan que consultar todo contigo, déjalos practicar sus propias decisiones, puedes comenzar desde lo simple (cotizaciones de equipo de seguridad, recorridos básicos de seguridad, etc.) hasta temas más complejos (evaluaciones de riesgo de maquinaria, presentación de resultados ante gerentes, etc.).
Paso 2. Entrena y empodera antes de delegar
Delegar no es soltar, es preparar. Si no hay contexto ni criterios claros, tu equipo no podrá avanzar solo e inclusive podrían caer en una etapa de confusión peligrosa. Pero si les das autonomía con acompañamiento y formación, veras que con el tiempo serán capaces de trabajar temas complejos.
Paso 3. Define límites saludables y comunícalos.
Si siempre estas disponible para todo, nunca será urgente para nadie de tu equipo resolver algo así que define claramente que temas atenderás, en que plazos y que cosas tu equipo debe decidir por su cuenta. ¿No tienes una estructura para hacerlo? Los sistemas de gestión basados en ISO (ISO 14001 / ISO 45001) son un gran base para hacerlo ayudándote a establecer roles y responsabilidades, recuerda que la claridad reduce la dependencia.
Paso 4. evalúa a tu equipo y las actividades que delegues
No hay mejor actividad que la delegación se convierta en un hábito así que practica todos los días con tu equipo, repasa que cosas has delegado con ellos, ajusta y ten retroalimentación periódica para que sigan mejorando y verás que pronto eso de ser el supergerente que quiere resolver todo se convertirá en un auténtico líder que hace crecer a su equipo con dirección estratégica.
Aplica estos cuatro pasos y veras como poco a poco saldrás del modo supergerente apurado, no solo verás resultados dentro de tu equipo, si expandes este concepto fuera del departamento EHS hacia otras áreas obtendrás resultados de gran impacto en la organización. Recuerda que tu estrategia y objetivos son tu respaldo.
Hasta pronto,
Héctor,

